Go to Top

Entrantes de acompañamiento

Cuatro sesiones de aproximadamente una hora para enmarcar un tema concreto; lo preciso para situarse en él. Para algunos, suficiente para seguir por su cuenta. Para otros, abrir boca y ganas de seguir con el interior del cuadro.

Re-situarse: buscando acomodo en el presente

El transcurrir de la vida humana implica afrontar cambios de etapa en distintas ocasiones a lo largo de la vida. Cambios previstos o imprevistos, elegidos o impuestos, apetecibles o aterradores, alentadores o desazonadores.

Sosegar el pasado

No deja de ser curioso que aquello sobre lo que no podemos actuar —lo sucedido en tiempos pasados— incida de tantas y tan variadas formas sobre nuestro ser actual. Buscamos una perspectiva lúcida y analítica sobre lo pasado. Pacificar y asumir lo sucedido es clave para seguir viviendo con libertad.

Vivir la enfermedad y la muerte

Sabemos que somos seres mortales. Sin embargo, no resulta tan sencillo poder hablar a fondo acerca de todo lo que implica y cómo nos afecta esta condición de la vida humana. Una perspectiva filosófica, una dosis de reflexión, sin duda contribuye a capacitarnos para una mejor vivencia de la enfermedad y de la muerte, propias o de nuestros cercanos.

El laberinto de las relaciones humanas

Reconozcamos que no es tan sencillo que las relaciones fluyan con suavidad. Las habilidades relacionales tienen mucho que ver con la capacidad de conocimiento y comprensión que tengamos con respecto de nosotros mismos y de los demás. Si el universo de las relaciones se te hace un laberinto, vamos a intentar trazar algunas vías que lleven a una salida.

Gestión de la decepción y/o las frustraciones

Suele decirse que de todo se aprende. Pero no siempre sabemos cómo extraer el aprendizaje de aquello que ha sucedido. Las situaciones adversas, las decepciones, fracasos o frustraciones pueden convertirse en una gran fuente de crecimiento si sabemos hacer la lectura apropiada y ahondar en el conocimiento.

¿Qué de qué?

«Todo va mal.» «No tengo ni idea de dónde estoy o de qué me pasa.» ¿Quién no pasa por ahí alguna vez? Estas sensaciones suelen ser la puerta de entrada a un proceso. Pero el primer paso es una clarificación que permita desenredar eso que nos lleva a afirmaciones absolutas que, de hecho, no se corresponden con la realidad.